lunes, 21 de diciembre de 2020

Conversación en Princeton y La Realidad de un Escritor

 


Vargas LLosa, M. (con Rubén Gallo). 2019. Conversación en Princeton. Debolsillo.


Vargas LLosa, M. 2020. La Realidad de un Escritor. Triacastela. 

Son dos libros complementarios, imprescindibles para conocer las entrañas del proceso de escritura, donde Vargas Llosa revela los secretos de la trastienda de sus novelas. 

La Realidad de un Escritor, aunque publicado en 2020, en realidad es la traducción corregida y ampliada de una obra aparecida en 1988, A Writer's Reality, fruto de un seminario en la Universidad de Syracuse. En ella se analizan las crónicas sobre el nacimiento del Perú y las ficciones de Borges, dos precedentes fundamentales en la obra del escritor, y se profundiza en la escritura de La Ciudad y los Perros, La Casa Verde, Pantaleón y las Visitadoras, La Tía Julia y el Escribidor, La Guerra del Fin del Mundo y La Historia de Mayta

Conversación en Princeton continúa a partir de ese momento y es el fruto de las conversaciones mantenidas en la Universidad de Princeton con Rubén Gallo y otros intelectuales en 2010. En él asistimos a la revelación de las costuras de Conversación en la Catedral, ¿Quién mató a Palomino Molero?, El Pez en el Agua y La Fiesta del Chivo, además de Historia de Mayta, que es la única novela que aparece repetida en los dos libros. 

La unión de los dos tomos nos ofrece una autobiografía literaria del escritor, un auténtica colección de lecciones y talleres sobre la creación literaria, una fascinante intromisión en los entresijos del laberinto de la mente del creador desde que siente el germen de una idea hasta que la desarrolla en forma de novela, uniendo su realidad con la ficción en una mezcla donde se confunde dónde empieza una y acaba la otra. 

Si a estas dos obras le unimos sus estudios sobre García Márquez (Historia de un Deicidio,1971), sobre La Casa Verde (Historia Secreta de una Novela, 1971), sobre Don Quijote (Una novela para el siglo XXI, 2005), sobre Madame Bovary (La Orgía Perpetua, 1975) más su compendio de reseñas sobre sus novelas favoritas (La Verdad de las Mentiras,1990), y su discurso de aceptación del Nobel ("Elogio de la lectura y la ficción", 2010), tendremos un material inigualable para comprender qué es la literatura y su mezcla de ficción y realidad. 

Mi particular predilección por la obra de Vargas Llosa viene dada precisamente por su obsesión por intentar desentrañar el laberinto donde se unen la ficción, los sueños, las ilusiones, las utopías y la realidad. Incluyo aquí algunos párrafos relevantes al respecto: 

La Realidad de un Escritor 

"La necesidad de ficción humana dio lugar a la infiltración de múltiples fantasías en las crónicas de Indias... De ahí se deriva la dificultad para distinguir ficción y realidad, tan dañina para la política en América Latina y tan benéfica para sus novelas del siglo veinte" (p. 20) 

"No se publicaron novelas en América Latina hasta las guerras de la Independencia... Pero aún suprimiendo las novelas durante tres siglos no se pudo lograr el objetivo de los inquisidores: una sociedad sin influencia de la ficción. No se habían dado cuenta de que el ámbito de la ficción era mucho más amplio y profundo que el de la novela. Tampoco pudieron imaginar que el atractivo de la mentira -- es decir, la huida de la realidad objetiva a través de las ilusiones -- está anclado en el espíritu humano de una forma tan poderosa y honda que, si no pueden usarse las novelas para satisfacerlo, las sustituye invadiendo todas las disciplinas..." (p.33) 

"No estoy diciendo que la literatura esté totalmente desconectada de la realidad. Lo que digo es que las verdades de la literatura no son nunca las que ha experimentado personalmente el escritor ni el lector. La literatura no es una trasposición de la experiencia vivida. Siempre aporta un conocimiento real e importante sobre la realidad, pero a través de mentiras, distorsionando lo real y transformándolo con la imaginación y el uso de la palabra. Por eso fracasa la novela que intenta describir la realidad de forma objetiva y precisa" (p. 125) 

"La novela no se inventó para transcribir la realidad sino para transformarla, para hacer algo distinto, para convertir la realidad auténtica en una ilusión, en otro tipo de realidad" (p. 126) 

"Esta transformación que independiza el libro del mundo real, de las fuentes que sirvieron como punto de partida a la invención y la creatividad, es lo que lo convierte en una novela" (p. 127)

"Desde el punto de vista de la novela, es literario cualquier lenguaje que tiene la capacidad de sacar al lector de la verdadera realidad y llevarlo a una realidad ficticia, separarlo de la realidad" (p.155)

"Siempre he tenido una obsesión por el realismo; necesito dar la impresión, la sensación, de que una novela tiene vínculos serios y profundos con la experiencia vital, con la vida real... Me siento más cómodo escribiendo un libro que simula la realidad que escribiendo otro que simule la irrealidad" (p.164) 

"Un escritor serio es aquel que puede distorsionar la realidad a partir de una obsesión o creencia personal y presentar esa distorsión de una manera tan convincente que el lector la percibe como una descripción objetiva del mundo real" (p. 170)

"Cuando se escribe una novela, no se tiene la obligación de ser verdadero y exacto; la única obligación que se tiene es la de ser convincente... Para ello se está obligado a transformar, a distorsionar la realidad, a mentir, a inventarse algo que no es cierto" (p. 206)

"La ficción es negativa y tiene consecuencias sociales e históricas negativas cuando no se percibe como ficción, cuando se disfraza de conocimiento objetivo, cuando pretende ser una descripción objetiva de la realidad; por el contrario, la ficción es positiva y útil para la sociedad, la historia y el individuo cuando se percibe como ficción, cuando se lee una novela o un poema sabiendo que esa idea de experimentar algo real es una ilusión" (p. 209)


Conversación en Princeton 

"Nunca he admirado la vida del escritor que sólo es escritor, que vive completamente encerrado con sus fantasmas, con un mundo mental que lo distancia de la realidad cotidiana, de la vida de todos los días, de esa experiencia que es el común denominador de la gente. Quizás por eso soy un escritor realista y no un escritor fantástico. Yo nunca trato de crear un mundo completamente soberano, independiente del mundo real... Para mí el periodismo ha sido una forma de mantener siempre un pie en el mundo real" (p.53) 

"Las versiones literarias de la historia muchas veces se superponen a la realidad y la reemplazan, como ocurre con La Guerra y la Paz. Es una novela tan absolutamente extraordinaria que los lectores llegan a creer que así ocurrieron las cosas en la realidad... la fuerza persuasiva de la novela es tan grande que transforma la mentira en la verdad. Esto es lo que hace la literatura: transformar la realidad" (p. 167) 

"Lo que distorsiona profundamente la visión objetiva de la realidad es la ideología: los prejuicios y las convicciones de tipo político. Hay unos esquemas por un lado y la realidad por el otro. Y cuando la realidad no encaja en estos esquemas, son éstos los que prevalecen" (p. 173)

"Los historiadores falsean la realidad tanto como un novelista... Los historiadores fabrican héroes siguiendo los mismos procedimientos que el escritor usa para crear a sus personajes" (o.184)

El denominador común de todas estas citas es que la creación literaria es el fruto de una tensión continua entre realidad y fantasía: se debate en el difícil equilibro entre ser fiel a la realidad y a la vez distorsionarla y separarse de ella. 


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