miércoles, 24 de marzo de 2021

El Olvido que Seremos


 Abad Faciolince, Héctor. 2017. El Olvido que Seremos. Alfaguara.

¿Qué queda tras la muerte? Durante un tiempo, el recuerdo instaurado en el corazón de los que amamos y nos amaron. Esta es la única pretensión de este libro, prolongar un poco más ese recuerdo, sabiendo que a largo plazo la guerra está perdida, y la ganará el olvido. 

Es un libro sobre la muerte, pero a la vez un canto a la vida. Un canto sobre todo, al amor, el único camino para superar la dura realidad. Es un libro sobre un hombre bueno, en el buen sentido de la palabra bueno, y la forma en que intentó cambiar la terrible realidad de un país sumido en la más atroz de las violencias, sin utopías ni revoluciones, sino con el trabajo diario basado en las cinco As que necesita toda persona para tener una vida digna: Aire, Agua, Alimento, Abrigo y Amor. Nada más y nada menos. 

Es un libro sobre el amor de un hijo hacia su padre y de un padre hacia su hijo. Sin tratar de dar consejos pedagógicos, es un derroche de sentido común sobre la educación que podría servir como manual de cabecera sobre el arte de ser padres. 

Desarrollado en forma de novela, está basado en la propia experiencia vital del autor, que en un acto de valentía, expone la vida de su familia para intentar que el ejemplo que dio su padre no caiga en el olvido. Héctor Abad no quiere venganza, pero sí quiere recordar. De la misma forma que Hamlet utiliza el teatro para exponer la realidad, el escritor utiliza la novela para revivir y dar testimonio de una realidad terrible, pero que a su vez tiene un reverso: el amor, la generosidad, el heroísmo, la valentía, la alegría, el compromiso. 

De una forma siempre contenida y opuesta a la lágrima fácil, deja claro desde el principio que no asistiremos a un final feliz. O quizás sí, quizás el final no está en la historia contada, sino en el continuo renacimiento del recuerdo de un hombre que, incluso después de muerto, gracias a este libro escrito por su hijo, sigue dando ejemplo de cómo actuar dignamente como ser humano frente a la cruda realidad, sin paños calientes y sin mirar para otro lado. 

De la misma forma que Antonio Machado, otro hombre bueno, el padre de Héctor Abad llevaba unas líneas copiadas a mano en el bolsillo de su chaqueta cuando murió, este poema de Borges. 


Ya somos el olvido que seremos.

El polvo elemental que nos ignora 

y que fue el rojo Adán y que es ahora

todos los hombres y que no veremos. 

Ya somos en la tumba las dos fechas

del principio y el término. La caja, 

la obscena corrupción y la mortaja, 

los ritos de la muerte y las endechas. 

No soy el insensato que se aferra 

al mágico sonido de su nombre; 

pienso con esperanza en aquel hombre

que no sabrá que fui sobre la tierra. 

Bajo el indiferente azul del cielo

esta meditación es un consuelo.


Jorge Luis Borges


Reseña de Mario Vargas Llosa 

Reseña (EL CULTURAL)

Diálogo 'Del libro al cine' sobre la película El olvido que seremos


 

miércoles, 17 de marzo de 2021

Nada

 


Laforet, Carmen. 2004. Nada. EL PAÍS (Clásicos Españoles) 

Hace 75 años que Carmen Laforet escribió esta novela, y hace mucho tiempo que quería leerla. Me ha sobrecogido y no comprendo cómo pudo escribir con tal maestría con sólo 23 años. Es un documento imprescindible acerca de la sombra negra que lo ensuciaba todo en la España de posguerra y la forma en que carcomía la vida de los que sobrevivieron a la desgracia. La novela habla de las ilusiones perdidas, los sueños rotos, las relaciones agriadas por la ausencia de esperanza, el maltrato recíproco, la desconfianza anidada en los corazones, la violencia incrustada en las familias. 

Una mujer joven quiere abrirse paso en ese bosque oscuro poblado de fantasmas, en el momento en el que su vida se supone que es un libro en blanco por escribir con anhelos e ideales, entusiasmada por el espejismo que le ofrecía la llegada a una gran ciudad como Barcelona, donde va a estudiar mientras se aloja en la casa de unos parientes.  

"El olor especial, el gran rumor de la gente, las luces siempre tristes, tenían para mí un gran encanto, ya que envolvía todas mis impresiones en la maravilla de haber llegado por fin a una ciudad grande, adorada en mis ensueños por desconocida" (p.23). 

"Sin abrir los ojos sentí otra vez una oleada venturosa y cálida. Estaba en Barcelona. Había amontonado demasiados sueños sobre este hecho concreto para no parecerme un milagro aquel primer rumor de la ciudad diciéndome tan claro que era una realidad tan verdadera como mi cuerpo..." (p.31) 

La realidad de un país oscuro y triste, de almas rotas, se interpone ante todos esos sueños de juventud. Andrea, la protagonista, se hace mayor en solo un año, el tiempo en el que transcurre la novela, y al despedirse de la casa donde ha estado viviendo, lleva una maleta muy diferente a la que trajo. 

"Bajé las escaleras, despacio. Sentía una viva emoción. Recordaba la terrible esperanza, el anhelo de vida con que las había subido por primera vez. Me marchaba ahora sin haber conocido nada de lo que confusamente esperaba: la vida en su plenitud, la alegría, el interés profundo, el amor. De la casa de la calle de Aribau no me llevaba nada. Al menos, así creía yo entonces" (p.286). 


Carmen Laforet, Nada es demasiado  (LA VANGUARDIA)

Nada, una extraordinaria novela para releer el Día de la Mujer (CADENA SER)

Presentación de la película de Edgar Neville en RTVE




jueves, 4 de marzo de 2021

Un Amor

 

Mesa, Sara. 2020. Un Amor. Anagrama. 

La imposibilidad de comunicación y, como consecuencia, de poder entender una realidad diferente a la que estamos acostumbrados es el tema central de muchas novelas, especialmente cuando esa realidad es la perteneciente a una cultura que no es la nuestra, y cuyos códigos y pilares fundamentales nos causan tal confusión y perplejidad que hacen inviable el acceso a la misma. Hemos visto esta situación en novelas como Mimoun o The Sheltering Sky, en las que un occidental se queda en las puertas de un mundo que le resulta indescifrable en el otro lado del estrecho. 

En esta novela de Sara Mesa, el personaje principal, Nat, no visita el extranjero, pero es como si lo  hiciera; se autoexilia a La Escapa, una pequeña población en la mitad de ninguna parte, aislada del mundo. Nat es traductora, y de la misma forma que lucha por encontrar el camino adecuado entre el bosque de palabras de una lengua extranjera, lo hace por entender a los habitantes de este islote perdido en el corazón de una comarca en el fin del mundo. 

La Escapa es un universo autosuficiente con sus propias leyes, como Obaba. Al intentar entrar en ella, pasamos al otro lado del espejo, como Alicia, y una continua sensación de irrealidad nos envuelve. El primer muro que Nat intenta sobrepasar es el de los hombres. Aludiendo al título del conocido best-seller, podemos decir que en La Escapa los hombres son de Marte y Nat procede de Venus, pues ésta es la primera barrera que la protagonista no consigue superar. Tan sólo Píter se salva, y no del todo, de la pertenencia a un mundo opaco y hostil, de una realidad impenetrable para ella: el hosco, áspero e incomprensible universo masculino.

Una novela sobre la incomunicación, sobre la inutilidad del sexo como medio del conocimiento del otro, sobre la inaccesibilidad al universo de los que nos rodean, donde uno siempre será un extraño, como siempre lo es el último reducto de una lengua extranjera. 

Reseña (EL QUINTO LIBRO)

Reseña (DIARIO DE SEVILLA)


lunes, 1 de marzo de 2021

Llévame a Casa

 


Carrasco, Jesús. 2021. Llévame a Casa. Seix Barral. 

Intemperie, la primera novela de Jesús Carrasco, nos conectaba directamente con la realidad, con una realidad seca, desnuda, sin ropajes. Nos llevaba a una época reciente de la historia de España, los terribles años de postguerra. Lo narrado en esta nueva novela nos lleva a una realidad mucho más cercana y actual, una realidad a la que más tarde o más temprano debemos enfrentarnos todos: la vejez y la etapa en la que nuestros padres se hacen dependientes y necesitan de cuidado. 

La novela contrapone las ilusiones de Juan, el protagonista, un hombre joven que se encuentra poniendo en marcha sus aspiraciones y sueños, con la dureza de la muerte de su padre y el Alzheimer de su madre, que llegan para ponerle entre la espada y la pared. Juan no ha querido afrontar lo que ocurre hasta ahora, y no ha cesado de mirar hacia otro lado, sabiendo que había acontecimientos que estaban a punto de llegar, pero que era mejor no mirar de frente porque suponían tener que renunciar a la vida que deseaba y que estaba comenzando a disfrutar. 

Nos creemos libres; nos han hecho creer que tenemos vía libre para cumplir nuestras aspiraciones y sueños, que cumplirlos solo depende de nosotros, que quien quiere lo consigue, que sólo nuestro optimismo y nuestra tenacidad son la vía para que se cumplan nuestras ilusiones. Nadie quiere advertirnos que la realidad no cuenta con nosotros, que nuestra libertad está condicionada por los recovecos del laberinto de la vida y que ésta termina siendo la dueña y señora. 

Llévame a casa es un recorrido magistral por ese proceso de bajada del limbo de las ilusiones a la tierra de la realidad, de forma realista, sincera y nada lacrimógena. Una novela sobre la familia, los lazos que nos atan, los golpes de la vida, los condicionantes del destino. 

Reseña (EL PERIÓDICO) 

Reseña (LA VANGUARDIA) 

Reseña (DIARIO VASCO) 

Reseña (RTVE)