Los equívocos caminos de la ilusión y la realidad a través de la filosofía, la literatura, el cine, el arte, el periodismo y la ciencia
domingo, 31 de mayo de 2020
Crimen y Castigo
Dostoievski, Fedor. 1982. Crimen y Castigo. Ediciones Orbis. (Traducción de Augusto Vidal).
Es lógico que una novela tan profundamente psicológica describa en varias ocasiones los sueños del protagonista, Rodión Romanovich Raskólnikov.. El primero es el de la tortura y muerte del rocín que le conmueve por la terrible violencia y sadismo ante el sufrimiento (pp. 62-65). Se narran también muchos momentos de delirio producidos por la fiebre y un estado mental convulso y fuera de sí (p.99). Ese estado alucinado lo explica así Nastasia Petrovna, la criada: "Lo que te pasa se debe a la sangre, que te grita. Esto es, la sangre no encuentra salida y empieza a cuajarse en el hígado; entonces comienzas a ver visiones" (p.128). Raskolnikov a veces no sabe lo que es realidad o delirio: "¿Qué me pasa? ¿Continúo delirando, o vivo la realidad? Me parece que vivo la realidad..." (p.139). En otra ocasión tiene otra ensoñación o pesadilla tras perder el conocimiento, en la que vuelve a reproducir el crimen de la vieja, pero en este caso ella se ríe con toda su alma, con una risa muda y desafiante. Svidrigáilov, el antagonista de Raskolnikov, pero en el fondo muy parecido a él, también es perseguido por alucinaciones y apariciones de espectros, en concreto el de su difunta esposa, de la cual se sospecha que fue asesinada por él. Dice Svidrigáilov: "Las apariciones son, por así decirlo, trozos y jirones de otros mundos, su comienzo. Claro es que el hombre sano no tiene por qué verlos, puesto que la persona que goza de salud es la más terrena de las personas... cuanto más enfermo se está, tanto mayor es la esfera de contacto con el otro mundo, de suerte que el hombre, cuando muere, pasa ya directamente a él" (p.315). Svidrigáilov también tiene una especie de alucinación o pesadilla en la que ve un ataúd en el yace una muchacha suicida ultrajada por una terrible ofensa (p. 554) . Una pesadilla que no es más que la voz de su conciencia intentado gritar y ser escuchada en una terrible noche de pesadilla, sufrimiento y delirio antes de suicidio. Esta presencia y fuerza de la conciencia es uno de los temas preferidos de Woody Allen, que hace de esta novela uno de las obras de referencia clave en su filmografía.
Otra gran angustia de Rodión viene producida por la desconfianza que le causan todos los que le rodean, de la misma forma que le ocurre a Hamlet: "¡Oh Señor! Dime sólo una cosa: ¿lo saben todo, o no lo saben aún? Quién me asegura que no lo saben todo y lo disimulan, que fingen, mientras estoy enfermo, y que luego, de repente, entrarán y me dirán que que hace mucho tiempo que se habían enterado de todo, sólo que, sencillamente, no sabían nada... ¿Qué he de hacer ahora? Lo he olvidado como adrede; lo he olvidado de golpe y hace un momento lo recordaba..." (p. 139). Raskólnikov llega a dudar de la realidad de lo que percibe, debido a la inquietud que le crean los que le rodean: "Todos decía que estoy trastornado: ahora me ha parecido que quizás estoy realmente trastornado y que sólo he visto un fantasma... Quizás estoy trastornado y lo que estos días ha ocurrido no ha pasado más que en mi imaginación" (p. 321).
Katerina Ivánovna es otro personaje trastornado por su imposibilidad de vivir la realidad tal cual es. Su delirio lo provoca el sufrimiento en el que vive al creer que la justicia es algo natural al que tiene derecho el ser humano por su misma condición. Esta visión ideal de la justicia le provoca un choque con la realidad que recuerda a nuestro don Quijote. Dice Sonia de ella: "¡Es tan desgraciada! Y está enferma.. pide justicia... Es pura. Cree a ciegas que en todo ha de haber justicia, y exige... No se da cuenta de que es imposible que los hombres sean justos, y se irrita... ¡Es como una criatura, como una criatura! ¡Es justa, es justa!... ¡Cree tanto en sus sueños! ¿Quién tiene corazón para contradecirla? " (p. 347).
Dostoievski trata de otra ilusión en la novela: la ilusión de progreso, o el ideal de Adam Smith de que la liberalización de los mercados termina beneficiando a todos. Es la justificación moral e ideológica del sistema capitalista, que argumenta que la búsqueda egoísta del beneficio personal debe ser ensalzada y promovida pues así el rico aumenta su riqueza, de la cual un parte también terminará redundando en el pobre. Esta ideología está puesta en la boca de Piotr Petróvich, uno de los personajes más odiosos de la novela, que se presenta como el salvador de la familia, argumentando que es conveniente casarse con una mujer pobre y necesitada para que así esté eternamente agradecida por la ayuda que se le presta. Dice Petróvich: "Así pues, acumulando única y exclusivamente para mí, en cierto modo acumulo al mismo tiempo para todos y contribuyo a que mi prójimo obtenga un caftán algo más maltratado que el mío, pero ya no de la generosidad personal e individual, sino como consecuencia de la prosperidad general" (p. 163).
La parte más interesante del libro desde el punto de vista filosófico radica en el artículo que escribe Raskólnikov y que debate con Porfirio Petróvich, el juez que trabaja en el asesinato de la usurera:
"Los hombres extraordinarios tienen derecho a realizar cualquier crimen y a infringir las leyes como les plazca, por el mero hecho de ser extraordinarios... El hombre extraordinario tiene derecho (entiéndase que no se trata de un derecho oficial ), tiene derecho a decidir sobre su conciencia si debe salvar... ciertos obstáculos, únicamente en el caso exclusivo de que la ejecución de su idea (a veces puede resultar salvaje para toda la humanidad) lo exija... Todos los hombres no ya grandes, sino que destaquen un poco de lo corriente, o sea los que estén en condiciones de decir algo nuevo, por poco que sea, necesariamente han de ser criminales pro su propia naturaleza, en mayor o menor grado... a mi modo de ver están obligados a no conformarse..." (pp. 281-283)
Según el protagonista de la novela, las personas se dividen en los de categoría inferior u ordinarias, conformistas, conservadoras y obedientes, y en las personas propiamente dichas, que son las que tienen ideas nuevas y hacen avanzar a la humanidad hacia el futuro. Raskólnikov es el paradigma de lo peor de las utopías y las revoluciones. Personifica todos los horrores ocurridos en la historia de la humanidad en nombre de la fe o del progreso (guerras de religión o el terror tras la revolución francesa). De la misma forma, profetiza todos los crímenes horrendos ocurridos en el siglo XX en nombre de las ideas y las utopías (Hitler, Stalin, etc.). Todo ello ocurre cuando se antepone la conquista empecinada de una idea ilusoria a costa de darse de bruces contra la realidad; cuando se antepone un plan o ideología a las personas. Hay también muchos paralelismos con la filosofía de Nietzsche del superhombre. Por algo el héroe de Raskólnikov es Napoleón, uno de los personajes más ambiciosos de la Historia. Recuerda a otros personajes de ficción como Harry Lime (El Tercer Hombre) o Dimitrios de la novela de Eric Ambler: personajes por encima del bien y del mal que aprovechan las vicisitudes de la historia para llevar a cabo sus proyectos y ambiciones personales, caiga quien caiga. "¿Vivir tan sólo para existir? Antes había estado dispuesto a dar mil veces su existencia por una idea, por una idea, por una esperanza, incluso por una fantasía. La mera existencia siempre le había parecido poco; siempre quería algo más" (p. 593).
Su último desvarío, con el que acaba la novela, lo tiene en el hospital en el que lleva unas semanas delirando durante su convalecencia. Se trata de una especie de distopía en la que unos seres microscópicos se adueñan de las personas y las enloquecen, creyendo en cambio que están totalmente en posesión de la verdad, convencidos por completos que deben combatir a los demás y matarlos si fuera necesario con tal de imponer su verdad, la verdad (p. 597). ¿Acaso no es ésta la historia de la humanidad?
Análisis de la obra (BLOG: CLUB DE PENSADORES UNIVERSALES)
Análisis de la obra (BLOG: LETTERAY DESASOSIEGO)
The writer who foresaw the rise of the totalitarian state (John Gray)
¿Es Dostoievski el gemelo de Nietzsche? (PRODAVINCI)
Nietzsche y Dostoievski: sospecha y afinidad (MITO)
La incomprendida relación entre Nietzsche y Dostoievski (INFOBAE)
Nietzsche en dos novelas (NUEVA REVISTA)
Relato: ¿Para quién el castigo? (Sara Mesa)
Woody Allen hace Crimen y Castigo por enésima vez (EL DIARIO.ES)
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