martes, 20 de octubre de 2020

Citizen Kane

                                           


Welles, Orson. 1940. Citizen Kane. Mercury productions / RKO

En el libro Noche y Océano encuentro la siguiente cita de una carta que Hilda Bauer escribe a Goerg Lukács: "He aprendido que los seres humanos son inaccesibles. Que sus almas están tan lejos las unas de las otras como estrellas. Solo un resplandor remoto llega al otro. Sé que los seres humanos están rodeados de mares oscuros e inmensos, y que se miran los unos a los otros, anhelándose sin alcanzarse nunca" (413).  

Esta inaccesibilidad es la que marca el comienzo y el final de la película Citizen Kane con el cartel de "No trespassing" delante de la mansión de Xanadú construida por Charles Foster Kane. Desde el punto de vista de la ficción y olvidando de momento los paralelismos con la realidad, ése el corazón de la película: la dificultad (y podríamos decir imposibilidad) de conocer a otro ser humano, ya que de entrada es casi imposible conocerse a uno mismo. El guión de la película se basa en el seguimiento de una investigación periodística en la que un reportero intenta reconstruir el puzzle de la vida de un magnate de la prensa a través de entrevistas con las personas más allegadas. Cada una da su versión y su punto de vista, y así conseguimos tener una visión lo más completa posible del personaje, aunque siempre falta una pieza para tener el rompecabezas completo.

Por ello, la investigación termina sin un resultado claro, porque es imposible llegar al meollo del asunto, que en este caso se intenta reducir a la última palabra que pronunció Kane: Rosebud. El investigador no encuentra la salida del laberinto, que se halla enterrada bajo los miles de objetos apilados que han sido almacenados obsesivamente por Kane a lo largo de su vida, de la misma forma que almacenamos los recuerdos, de una manera desordenada y caótica. Aunque el espectador llega a conocer el significado de Rosebud al final (y creo que esto es lo que no le gustó a Borges de la película), en realidad el laberinto no tiene salida, puesto que es imposible reducir una persona a una sola palabra, y Rosebud tan solo es el MacGuffin de la historia. El principal atractivo de la película es el intento fallido de querer abarcar la realidad abordándola desde múltiples puntos de vista, llegando a la conclusión de que la realidad es inabarcable, y siempre habremos de conformarnos tan sólo con una aproximación. 

Por otro lado, está el atractivo del personaje en sí que se intenta retratar. Es el prototipo de magnate americano, el hombre inmensamente rico con un ego desmedido, el prototipo del sueño americano que ha amasado una fortuna inabarcable y que cree que la realidad se puede doblegar bajo su voluntad. Kane es propietario de una cadena de periódicos y no tiene el menor escrúpulo en cambiar la realidad para acomodarla a una mayor venta de ejemplares (ya se sabe: "que la realidad no te estropee un buen titular"). Se empeña en convertir a su mujer en cantante de ópera cuando sus dotes de solfeo no pueden ser más limitadas. Finalmente, termina siendo aborrecido por amigos y enemigos porque su soberbia no permite concesión alguna. El personaje está basado en William Randolph Hearst, magnate de la prensa que hizo lo posible por abortar el estreno de la película cuando intuyó que estaba reflejado en ella (abajo, enlace a la película RKO 281, sobre este tema). Desgraciadamente, el personaje no puede ser más actual (por algo el primer título de la película era simplemente "American"). El nuevo Kane sería a un político en ejercicio sin escrúpulos que, aunque no posee una cadena de periódicos, falsea la realidad a golpe de tweet cada día, y se cree por encima de la verdad e incluso por encima de las epidemias. La versión moderna de la película llevaría por título "Citizen Trump". Ojalá alguna vez llegue a ser sólo un personaje de ficción, pero de momento es terriblemente real. 







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