lunes, 20 de enero de 2020

Travels in the Scriptorium


Auster, Paul. 2007. Travels in the Scriptorium. Faber and Faber Limited

Estamos ante pura metaficción. De la misma forma que ya lo fue Unamuno en Niebla, el escritor Mr. Blank es visitado por sus creaciones. Pero, a diferencia de aquella, en la que Unamuno era claramente el dueño de la situación y el que disponía de la vida de su personaje, en este caso el escritor es el prisionero de ellos: lo tienen encerrado en una habitación de la cual no puede salir, aunque no sabe muy por qué, pues nunca llega a comprobar si está cerrada con llave.

"His mind is elsewhere, adrift in the past as he wanders among the phantom beings that clutter his head, struggling to answer the question that haunts him" (p.2).

El escritor no está en sus cabales. No sabemos si es víctima de Alzheimer, si sufre los estragos de una demencia senil acuciante, si está bajo los efectos de una medicación que le impide pensar con normalidad, si es el aislamiento al que está sometido la causa de su falta de lucidez, o si todo se debe a los extravíos de una mente apartada de la realidad por su incursión constante en el mundo de la fantasía, que ha conseguido enloquecerle. O quizás todo a la vez. La novela se desarrolla en el interior de la mente de un escritor mayor que no es otro que el mismo Paul Auster mientras es visitado por los fantasmas de su creación.

"The fact is, Mr Blank, without you I wouldn't be anyone" (p.22), le dice Anne, uno de sus personajes. "It's important to me, Mr Blank. My whole life depends on it. Without that dream, I'm nothing, literally nothing" (p.53), le dice James P. Flood, otro de ellos. Son conscientes de que le deben la vida, pero a la vez le recriminan sus penalidades como a un dios omnipotente que permitiera sus sufrimientos. ""I blame you for what's happened to me. I most sincerely blame you, and I despise you for it" (p.53). Hay uno que incluso quiere acabar con él. El escritor comprende que sus personajes no son más que sus víctimas, que buscan venganza.

 "The damned specters, Mr Blank says. They're back again. Specters? My victims. All the people I've made suffer over the years. They're coming after me now to take their revenge" (p. 81). "...The poor people who suffered so much because of him, and that is why he is confined to this room now, no longer permitted to travel anywhere, stuck inside these four walls because he is being punished for the grave harm he has inflicted on others" (p. 90).

Los personajes de ficción han cobrado vida propia, como en la obra de Pirandello, y se han rebelado contra su autor y son ellos los que ahora controlan la situación. Lo tienen secuestrado, atrapado en el mundo que el mismo creó. Él es ahora víctima de su propias creaciones, de las cuales no puede escapar, pues se han hecho tan reales que ahora son los que controlan la situación y le tienen condenado a no poder salir de ese mundo de ficción para volver a la realidad. Estos  personajes, que aparecen y desaparecen como espectros, le obligan a seguir viviendo en el mundo de la ficción. Le ponen como tarea leer historias y terminarlas, hasta que se da cuenta de que una de ellas es ésta misma, la que estamos leyendo, de la cual él es el protagonista. El autor se convierte así en un personaje más; él mismo se hace ficción, apartándose por completo de la realidad, siendo éste su castigo.

¿Pueden los productos de la imaginación llegar a fagocitarnos hasta tal punto que nos hagan sus prisioneros y lleguemos a perder la noción de realidad? ¿Puede la literatura llegar a convertirse en locura?

"La imaginación, tanto como impulso autoinducido por uno mismo como sumergiéndote en una obra de ficción (y eso es lo que prefiero de la literatura, que me permite imaginar con más facilidad) te lleva a otros mundos. La cuestión surge cuando, muchas veces, esos mundos te parecen más reales que la propia realidad. Vivimos en una realidad física, pero el cerebro puede inventar las cosas, los pensamientos mismos son parte de esa realidad. Hay un elemento fantástico en cualquier vida cotidiana, pero tiene que ver exclusivamente con nuestra propia cabeza. Sucede que uno no sabe realmente en cuál de esas dimensiones está viviendo, dónde está la frontera." (1) 

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(1) Entrevista a Paul Auster en El Cultural (ver enlace abajo)


Review (New York Times)

Review (THE GUARDIAN)

Reseña (EL CULTURAL)

Reseña (The Barcelona Review)

Reseña (La Piedra de Sísifo)

Entrevista (EL CULTURAL)







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