Munro, Alice. 2004. Something I've Meaning to Tell You. Vintage International.
Los relatos cortos de Alice Munro nos muestran el desconocimiento que tenemos de nuestra realidad más cercana. Nos obstinamos en conocer el origen del universo y no tenemos ni idea de lo que ocurre a nuestro alrededor. La familia es precisamente ese núcleo aparentemente cercano y perfectamente conocido que más sorpresas podría darnos. Cada persona es un mundo que guarda dentro misterios profundos, secretos inconfesables, anhelos frustrados, sentimientos encontrados. Tejemos esa red de relaciones a base de suposiciones, hipótesis y prejuicios. Alice Munro es una maestra en el análisis de estas situaciones, regalándonos estas trece joyas de relatos cortos donde la realidad se oculta siempre tras las apariencias.
En la primera historia, que da titulo al volumen, Something I've Been Meaning to Tell You, Munro profundiza sobre los secretos de familia y la forma en que nos ocultamos la realidad o la distorsionamos, a veces para no herir y otras para herir en demasía. Son esos secretos que estamos a punto de decir, pero que nunca salen a la luz, y morimos sin conocer: "Sometimes Et had it on the tip of the tongue to say to Arthur: "There's something I've meaning to tell you". She didn't believe she was going to let him die without knowing" (p.23).
La protagonista de How I Met My Husband se rinde a la desilusión de su amor platónico, que jamás aparece, y se conforma con su "sustituto", el cartero que hace de mensajero, pero a éste nunca se lo confiesa: "He always tells the children the stoy of how I went after him by sitting by the mailbox everyday, and naturally I laugh and let him, because I like for peopleto to think what pleases them and make them happy" (p. 66).
Material ironiza sobre el uso que un escritor, Hugo, hace de la realidad que le rodea para convertirla en ficción; una realidad difícil y terrible, la de la desgraciada Dotty, que no le inspira la menor compasión ni hace lo más mínimo por ayudar a transformar, pero sí la vampiriza para sus novelas, sacandónle partido. Es una crítica ácida e irónica contra el oficio de escritor o del artista en general, contra la función del Arte ante la Realidad: "I was impressed by Hugo's story... There is Dotty lifted out of life and held in light, suspended in the marvellous clear jelly that Hugo has spent all his life learning to make. It is an act of magic, there is no getting around it; it is an act, you might say, of a special, unsparing, unsentimental love. A fine and lucky benevolence. Dotty was a lucky person, people who understand and value this act might say (not everybody, of course, does understand and value this act); she was lucky to live in that basement for a few months and eventually to have done this to her, though she doesn't know what has been done and wouldn't care for it, probably, if she did know. She has passed into Art. It doesn't happen to everybody" (p. 43).
En Marrakesh la escritora nos hace conscientes sobre lo poco que en realidad conocemos a las personas que tenemos cerca y el misterio y lo insondable de cada ser humano: "Dorothy looked down for some time from her bedroom window at her granddaughter's spare Brown body, as if it were a hieroglyph on her grass" (p.166)
The Spanish Lady trata sobre la presencia y la conciencia de la muerte como la mejor forma de devolvernos a la realidad, frente a las elucubraciones y dramas personales diarios o frente a la huida hacia lo esotérico y religioso (los rosacruces) "As if we were all wound up a long time ago and were spinning out of control, whirring, making noises, but a touch could stop, and see each other for the first time, harmless and still" (p.191)
Winter Wind versa sobra sobre la narración constante que desarrolla nuestro "yo" en personalidades múltiples ("the loud argumentative scandalous person I was at home had no much more to do with my real self than the discreet unrevealing person I was in my grandmother's house" (p. 202) y la invención de motivos, razones e ideas para dar sentido a los actos de las personas que nos rodean, y que en realidad no llegamos a conocer nunca ("I have said that my grandmother would choose a certain kind of love. I have implied that she would be stubbornly, secretly, destructively romantic. Nothing she ever said to me, or in my hearing, would bear this out. Yet I have not invented it, I really believe it. Without any proof I believe it..." p.201)
Memorial incide en la imposibilidad de domesticar, cuadricular o imponer un orden a la realidad. La realidad es un animal salvaje que da el zarpazo en el momento más inesperado o que aguarda agazapada tras la aparente imperturbabilidad del jardín zen más meticuloso y acabado. "June said she had worked through all that." Years ago, and in Gestalt too. I really did it in Gestalt. I worked it all out an finished with it." I have not worked through anything, Eileen thought. And further: I do not believe things are there to be worked through. People die; they suffer, they die... Illness and accidentes. They ought to be respected, not explained. Words are all shameful. They ought to crumble in shame" (p. 221).
Uno de los personajes de Walking on Water, Eugene, es un caso típico de persona que a partir de la lectura científica, filosófica y psicológica deriva en otros terrenos como la religión, la mística y el esoterismo, llegando a apartarse por completo de la realidad. "The world that we accept -- you know, external reality, is nothing like so fixed as we have been led to believe" (p. 75). Eugene le habla al narrador del poder de la mente para mover objetos, levitar, salir del cuerpo y para ser capaz de andar por el agua, de lo cual quiere hacer una demostración pública, acontecimiento en torno al cual gira toda la historia. No sabemos si se ha vuelto loco de tanto leer, como don Quijote, o que se ha visto sometido a un lavado de cerebro que lo ha dejado irreconocible, como el caso que cuenta Oliver Sacks sobre "The Last Hippie" (1). Lo cierto es que ha perdido totalmente el contacto con la realidad, y el narrador se preocupa de que pueda terminar suicidándose.
Un tipo parecido a Eugene es uno de los protagonistas de Forgiveness in Families. Cameron forma parte de una comuna de iluminados que se encuentra a medio camino entre los hippies, los Hare Krishna y las sectas satánicas. Abandona a su madre y la convence de hacer una enloquecida dieta vegetariana que la lleva al borde de la muerte. A pesar de ello, como hijo pródigo, no solo es perdonado por su madre, sino que ella llega a creer que Cameron es la causa de su curación gracias a un ritual practicado por la secta. Los seres humanos llegamos a creer lo más inverosímil siempre y cuando case con lo que queremos creer: "Well, that boy of mine may not be much of a success at anything else but you have to admit he has a knack of saving lives. May Cam should go into the miracle business, he certainly pull it off with me" (p.105).
En el relato Tell Me Yes or No asistimos a la desesperación de una amante que ha sido olvidada por un hombre casado, del cual ha dejado de recibir cartas de amor. La mujer, angustiada ante el incomprensible silencio, descubre en las noticias que la razón de la ausencia es la muerte del amante. Se decide entonces a visitar el barrio donde vive y la librería donde trabaja su viuda, que le enseña un montón de cartas escritas por una tal Patricia, su nombre ficticio. La narradora lo vive todo con una sensación de irrealidad, producida por la doble vida que ha tenido que llevar siempre. ¿Realmente ha ocurrido la historia de amor? ¿No es todo una invención? ¿No es el amor más que el producto de nuestra imaginación? "I invented her I invented you, as far as my purposes go. I invented loving you and I invented your death. I have my tricks and I have my traps too" (p. 124).
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(1) Sacks. Oliver. 1995. An Anthropologist on Mars. Picador.
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(1) Sacks. Oliver. 1995. An Anthropologist on Mars. Picador.
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