Savater, F. 1974. Ensayo sobre Ciorán. EspaPDF
Una apasionante introducción al filósofo rumano-francés. Un tratado sobre la lucidez, sobre la importancia de ver las cosas como son, sobre la desesperanza y el desengaño. Un libro para quitar velos y espejismos y acercarse a la realidad y la verdad. Su relación con el budismo es constante, por su pasión por el despertar y su saber tomar asiento en la vacuidad y la incertidumbre. Se citan en la obra también otros pensadores y escritores que han influido o están relacionados con la filosofía de Ciorán, como Blaise Pascal, Paul Valery, Fiódor Dostoyevski, Friedrik Nietzsche, Samuel Beckett, Jorge Luis Borges o Cesare Pavese.
Son innumerables los párrafos que podría citar de este libro, pero valgan algunos ejemplos:
"El
placer de la renuncia a todo reposo en cualquier certeza es el botín que la
lucidez conquista en su desengañada correría; y el desapego, el desasimiento,
esa libertad negativa que prende fuego a todas sus naves, para poder nadar
mejor." (p 20)
"El que despierta no abre los ojos a una realidad positiva, sino que más bien percibe los vacíos que agujerean el texto del mundo; más que emborracharse de luz, el despierto se sensibiliza a la oscuridad fundamental que la policromía ilusoria de lo que hay pretende enmascarar. Dejar de estar engañado, despertar, es constatar hasta qué punto toda explicación encubre una apología, toda coherencia una falacia." (p 28)
"Quizá
no seamos tan inocentes respecto a
nuestra imbecilidad como pudiera suponerse: tememos más al desvelamiento
de lo inevitable que a lo inevitable mismo. Presentimos que la verdad nos
paralizaría y creemos, sorprendentemente, que eso es un argumento contra
ella." (p 37)
"En el
vacío —real, verbal, espejos puestos uno frente al otro devolviéndose
mutuamente la misma imagen nula—, el espíritu pierde pie, el
pensamiento se abisma. Esta situación de hundimiento, de precipitarse en la
ausencia de fondo, provoca ese éxtasis negativo." (p 53)
"Nunca admitiremos
lo obvio: que la vida no da para más, que su condición es esencialmente mestiza
—una situación pura, como sueñan todas las utopías, nos liquidaría—, que la única novedad que puede
esperarse, a nivel del individuo, de la civilización o de la especie, es la
muerte, el cese —lo cual ni siquiera
puede considerarse un final, pues todo lo que vive es tan superfluo que cada
muerte da paso a nuevos renaceres, otros ciclos vitales y otros acabamientos,
no menos aleatorios…"(p 86)
«Lo
que irrita de la desesperanza es lo bien fundada que está, su evidencia, su
“documentación”: es un reportaje. Examinad, en cambio, la esperanza, su
generosidad en lo falso,
su manía de fabular, su rechazo del acontecimiento: una aberración, una
ficción. Y es en esta aberración en la que reside la vida y de esta ficción se
alimenta» (p100)
No hay comentarios:
Publicar un comentario